
Nueva York, EE.UU.- La Comisión de investigación sobre Siria denunció hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas las consecuencias que el recrudecimiento de la violencia en el país está teniendo para la población: ciudades bombardeadas a diario, matanzas masivas y el fuego abierto que se lanza deliberadamente sobre los civiles.
Es necesario señalar que la versión fue traducida y divulgada el día 11 de marzo por la Organización de las naciones Unidas.
Por otro lado, el jefe de esta Comisión, Paulo Pinheiro, ha recordado que tanto el gobierno sirio, como los grupos armados de la oposición deben evitar que el conflicto alcance a la población civil.
«Todas las partes del conflicto deben cumplir el derecho internacional humanitario durante los enfrentamientos. Las fuerzas del gobierno y las de la oposición deben abstenerse de atacar a los civiles y facilitar el acceso de éstos a la ayuda humanitaria. Los responsables de graves violaciones deben ser traducidos en justicia. No hay paz sin justicia», destacó el presidente de la Comisión Investigadora Independiente para Siria.
Pinheiro ha recordado a los Estados terceros que se debe evitar trasferir armamento cuando haya riesgo de que esas armas vayan a usarse contra civiles.
En su derecho de réplica, la delegación de Siria en el Consejo ha rechazado el informe y lo ha calificado de parcial y sesgado, y ha hablado de un « complot » contra el país.


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