Institucional Oipol & Oijust, mayo 12 2025.- La sociedad argentina posee una eterna costumbre, folclore negacionista de conceptos distorsionados vinculados a experiencias, que muchas veces fueron originadas por la propia sociedad. La mediocridad lleva a que existan muchas ideas «aplastadas» por la increíble penetración ideológica de facciones populistas, que dirigieron a una cultura al país sudamericano a nivel «gris» y pobre.
La corrupción fue bien vista en el día a día de los argentinos. La sentencia «roba pero hace» tiene una larga vida y aún hoy está en la mente del nativo y en la actualidad está bien vista, «gozando de muy buena salud».
Los modos, las palabras de tenores marciales, vinculadas con el orden y el cumplimiento, casi siempre se asocian a períodos de gobiernos de factos con sus conductas contrarias al estado de derecho. Pero los argentinos se olvidan de pensar y separar esos comportamientos delictivos de una facción de personas en estado militar qué tomaron posiciones ilegítimas y demolieron instituciones que son de suma importancia para la sociedad. De este modo, todo concepto o conducta que se vincule con aquellos que actuaron fuera de la ley, sin apego al estado de derecho, es aborrecido, por el hecho absurdo de conducirse con ideas «vestidas» de corrección.
Muchos periodos abrazaron a sectores del crimen, gobiernos de inclinación marxista, «lucha de clases» vieron como una forma de vida el terrorismo como hecho legítimo para su proceso de lucha entre clases sociales con intereses opuestos, impulsando el desarrollo de la sociedad.
Existieron hechos de la historia de Argentina de cárceles de puertas abiertas para que la impunidad se apodere de las calles, reportes de «limpieza» fichas de antecedentes criminales y reducciones absurdas de condenas.
El 08 de mayo de 2025 un agente Oipol & Oijust presenció una escena de características «paupérrimas» en la Comuna 2 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El gobierno de la ciudad capital de Argentina, como actividad sistemática, efectúa reuniones de Seguridad, que componen ciudadanos y funcionarios del área de Seguridad Pública. En este caso, esa reunión en «la comuna 2», donde participó un agente Oipol & Oijust, con el objetivo de tratar temas de seguridad pública, levantó muchas pruebas de ineptitud y se confirmó, una vez más, la inutilidad del accionar de esos agentes de aplicación de la ley («Seguridad Pública» y policía).
Oipol & Oijust confirmó las grandes falencias de legislación y el grado de penetración de las ideologías tendientes a beneficiar a delincuentes y la impunidad.
Estos items no fueron respondidos como corresponde, en un estado de inseguridad creciente que impera en la región:
1- La agencia policial que cuida de los ciudadanos de Buenos Aires, capital de Argentina, parece no operar un accionar basado en la Inteligencia Criminal. La respuesta es que «la palabra Inteligencia está mal conceptuada socialmente»… Esto vincula una respuesta lógica, si no existe una identificación de los delitos y como actúan los diversos grupos criminales, entre otras cosas, no se puede llegar a un buen resultado y lograr solucionar el problema de inseguridad pública… Si no se actúa observando en campo es imposible saber, con exactitud, que es lo que sucede en el ámbito público, como también es inevitable pensar en la idea de poner un agente policial junto a cada ciudadano para cuidarlo de los criminales, empoderados por la impunidad.
2- Muchos de los agentes de aplicación de la ley, no exhiben un entrenamiento, ni una actitud física acorde con sus funciones. Sobre esto también se consultó sobre la exagerada forma, que se ha observado en las calles, referente a miembros policiales totalmente desconcentrados, sin la atención necesaria en sus tareas de control visual, casi siempre mirando y/o hablando con su teléfono personal.
3- Las preguntas efectuadas por Oipol & Oijust, sobre las actividades de los cárteles de narcotráfico, bandas del crimen organizado, no fueron respondidas y manifestaron una ostensible forma irónica improcedente.
En la Ciudad de Buenos Aires actúan bandas del crimen organizado, de diversas nacionalidades, que trafican estupefacientes y/o operan las llamadas cocinas de drogas.
La violencia y la corrupción, en Argentina, aumenta y esta evaluación realizada por Oipol & Oijust, observa un gran deterioro de carácter profesional de agencias como la Policía de la Ciudad (de Buenos Aires).
Por otro lado, una Institución, como lo es el Senado de la Nación, lanzó un deplorable ejemplo, cuando el 7 de mayo de 2025 rechazó el proyecto Ficha Limpia, sentando un pésimo precedente ante el mundo.
Con el bloqueo del proyecto «Ficha Limpia» contra la corrupción es abrazar el delito y la impunidad. Ficha Limpia es una iniciativa legislativa que propone que personas condenadas por delitos penales no puedan acceder a cargos electivos. Países como Brasil, Chile, Uruguay, México, Perú, Honduras y España cuentan con legislación de esta naturaleza.
Por último, es procedente indicar la calidad de la Administración de Justicia, que en su historia fue influenciada por la ideología, interpretaciones filosóficas de tendencia «pro delitos», que acompañan dilaciones interminables, fallos y penas de carácter disparatados. Esto es acompañado por la impericia de los procedimientos en los diversos casos, en múltiples escenas de los delitos (contaminación de pruebas, por violación de perímetros, testimonios falsos y protocolos mal aplicados, entre otros).
Las Administraciones de Justicia en Argentina tienen una larga tradición de actuar a conveniencia, adaptarse a la corriente política de turno y a sus tiempos. Existe una larguísima lista de casos no concluidos, no esclarecidos e impunes. Las Administraciones de Justicia, también se adaptaron a las situaciones de los procesos gubernamentales de facto o ilegales o ilegítimos.
En Argentina hay mucho que aún hoy no se habla o se habla muy poco y eso también es corrupción en las conciencias.
La corrupción en las conciencias se refiere a la erosión de los valores morales y éticos, tanto individuales como colectivos, que se manifiesta en la deshonestidad, la falta de integridad y la disposición a comprometer la propia conciencia en beneficio personal o grupal. Este fenómeno puede considerarse una forma de nihilismo de la conciencia, donde se pierde la fe en los principios morales y se busca la satisfacción personal por encima de todo.



Deja un comentario