- La indiferencia, en Brasil, orienta a perder unas 60 lenguas indígenas en los próximos 15 años, esto representa un 30% del total de idiomas hablados por las diversas etnias. Un trabajo periodístico especial de Agencia Brasil (Ixé Anhe’eng), asegura que el hecho significa un menoscabo considerable tanto para la cultura nativa, como también para el patrimonio lingüístico universal.
- La iniciativa reflexiva, procura valorizar la importancia del capital que poseen las riquezas idiomáticas. Oi Futuro Flamengo, en Rio de Janeiro, expone la posibilidad de escuchar 15 expresiones de la diversidad latinoamericana, incluido Brasil. Además de ello, 550 grafías pertenecientes a Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia, Perú, Venezuela, Paraguay, Ecuador, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua y Panamá, ennoblecen las paredes de la exposición.

Las últimas palabras de un idioma extinto en la Patagonia, expresiones guardadas en la memoria del último locuaz de una lengua y un vocabulario restringido a 50 palabras que retratan un pueblo. Esto se puede vivenciar en la exposición El Papagayo de Humboldt, en Oi Futuro Flamengo, emplazada la internacional Rio de Janeiro, que fue inaugurada el 3 de febrero, para que el público aprecie 15 leguas indígenas latinoamericanas, inclusive cuatro brasileñas.
Ideada por el Instituto Goethe y con la curaduría de Alfons Hug, la exposición cuenta con un sistema de parlantes en la sala, que originan una atmosfera polifónica y exige que el visitante se aproxime a cada una de las palabras, para escuchar claramente la pronunciación.

Rescate
“La idea es crear un efecto iglesia. Cuando usted entra en una iglesia, oye todos orando al mismo tiempo. Al aproximarse, usted escucha de forma más nítida, y lo que llama la atención es la diversidad”, cuenta Hug, subrayando que el rescate del lenguaje de esos pueblos es también un rescate de sus puntos de vista.
“Siempre se habla de la diversidad biológica, de la preservación de animales y plantas, pero, esas lenguas también representan la riqueza de los pueblos indígenas”, agrega Alfons Hug.
Grafías, pura expresión
Al mismo tiempo que se escucha el audio, la exposición acerca el nombre de 550 idiomas indígenas, escritos en las paredes de la sala, divididas por regiones. Además de Brasil, se pueden conocer idiomas de Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia, Perú Venezuela, Paraguay, Ecuador, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua y de Panamá.
La captura de los audios, que se reproducen por el sistema de sonido, fue realizada por artistas plásticos y cineastas de los propios países representados, dice una información de la Empresa Brasil de Comunicación. Los métodos usados fueron múltiples; desde la visitas a las tribus hasta el rescate de grabaciones históricas, como el caso de la lengua extinta de los Selknam (también conocidos como onas), que era hablada en Tierra del Fuego, en la Patagonia argentina.
En el caso de la lengua Yagan, de la Patagonia chilena, la última fuente fue entrevistada por el artista plástico Rainer Krause.

Para dar conocimientos
El interés del curador, es que la muestra despierte en los visitantes el interés en aprender. “Espero que se comience a tener interés por algún idioma indígena. Todo el mundo quiere aprender inglés, alemán, español. Pero, guaraní también es un idioma y pocas personas hacen ese tipo de esfuerzos”.
Indiferencia
En los próximos 15 años, Brasil corre el riesgo de perder unas 60 expresiones lingüísticas indígenas, lo que representa un 30% del total de los idiomas hablados por las diversas etnias en el país. En un especial periodístico de la Agencia Brasil, analistas opinaron que el hecho de la extinción de los dialectos significa “una pérdida irreparable, tanto para las culturas indígenas, como para el patrimonio lingüístico cultural mundial”.
“Ese es un patrimonio que pertenece, no sólo a la comunidad brasileña, también al mundo”, indicó José Carlos Levinho, director del Museo Indio, de Brasilia DF.
A pesar de algunas iniciativas aisladas para valorizar la lengua de los pueblos, como la del municipio de São Gabriel da Cachoeira (Amazonas, nordeste brasileño), que en 2002 adoptó el tukano, el baniwa y nheengatu idiomas cooficiales de la ciudad, se estima que unos mil idiomas indígenas brasileños fueron extintos en los últimos 500 años.



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