
La Fuerza de Tarea Conjunta Bravo (JTF-Bravo) del Comando Sur de los Estados Unidos despliega su brazo humanitario en Centroamérica, para fortalecer la capacidad de respuesta ante la propagación acelerada del COVID-19.
La JTF-Bravo envía insumos de salud para proteger a médicos, enfermeras, militares y policías. Esa ayuda comenzó a llegar a la región a inicios de abril. El Salvador fue uno de los primeros países en recibir el apoyo estadounidense, que entregó materiales de primera necesidad sanitaria para abastecer los centros de contención, donde se atienden a las personas con sospechas de haber contraído el COVID-19.
Los EE. UU. también donaron raciones alimenticias para los militares en campo, que evitan el paso de personas que evaden los controles sanitarios. “El Comando Sumpul, desplegado en más de 186 puntos fronterizos no habilitados, recibió las raciones listas para comer (MRE en inglés) que nos donaron los militares estadounidenses”, explicó el Contraalmirante de la Fuerza Naval René Merino, ministro de la Defensa de El Salvador. “También nos donaron alcohol gel y mascarillas, pues están en contacto con muchas personas a diario”.
“Ayudas similares llegan para atender a las fuerzas militares y civiles de Guatemala, Honduras y Costa Rica”, añadió la Teniente Coronel del Ejército de los EE. UU. Laura Miller, oficial de Asuntos Civiles de la JTF-Bravo en Honduras.

La JTF-Bravo construyó un hospital de campaña para atender a pacientes COVID-19 en su sede de la Base Aérea José Enrique Soto Cano, en Comayagua, Honduras. Su batallón ARFOR ensayó un plan de atención y evacuación de los contagiados, mientras que su 1-228 Regimiento de Aviación realiza entrenamientos de asistencia humanitaria, y muestran la capacidad para movilizar fuerzas hacia donde sea necesario en tiempos de crisis, afirmó un comunicado.
Meses antes de que el virus llegara a la región, varias fuerzas armadas renovaron sus conocimientos de interoperabilidad ante emergencias.
“Las mayores fortalezas que aportan nuestras Fuerzas Armadas son el compromiso tangible de los Estados Unidos para aliviar el sufrimiento humano, y que las personas sepan que van a recibir la ayuda que necesitan”, subrayó la Tte. Cnel. Miller.
Un ejemplo de esta ayuda fue el ejercicio Vita, desarrollado en la región de La Guajira en Colombia en marzo de 2020, para ofrecer servicios de medicina preventiva, salud pública, farmacia y odontología.
“Aumentamos significativamente la preparación del grupo de trabajo para ejecutar operaciones de ayuda humanitaria en entornos austeros, algo particularmente crítico porque las tripulaciones de aviación debieron familiarizarse con las demandas únicas de volar en terrenos montañosos y desérticos”, recordó el Teniente Coronel del Ejército de los EE. UU. Bob Yerkey, director de Operaciones de la JTF-Bravo. “Nuestro personal de asuntos civiles y médicos estableció contactos invaluables que resultarán esenciales en futuras operaciones de asistencia humanitaria”.
En otro ejercicio en la provincia de Darién, Panamá, en diciembre de 2019, la JTF-Bravo y la Fuerza Pública panameña trabajaron para responder a un desastre simulado luego de un evento natural. “Este ejercicio se convirtió en una plataforma para que varias agencias se unieran y resolvieran problemas que involucran el desplazamiento de personas, asistencia alimentaria y suministros humanitarios a las comunidades”, dijo la Tte. Cnel. Miller, quién dirigió ese ejercicio. “No solo fortalecimos los lazos entre países, sino también entre las agencias de respuesta civil y militar. Un trabajo de cooperación puesto en práctica actualmente”.
“Todo lo anterior se suma a los numerosos ejercicios de preparación médica y otras actividades que coordinamos en la región. Al trabajar con las fuerzas de los países socios estamos preparados para enfrentar juntos los desafíos de hoy y de mañana”, subrayó el Capitán de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Beau Downey, director de Asuntos Públicos de JTF-Bravo. “La competencia más relevante que reciben ambos lados es la interoperabilidad; construimos relaciones entre nosotros y aprendemos dónde existen los puntos de contacto, para aprovecharlos rápidamente durante una crisis”.
Es procedente indicar que a información fue facilitada por Lorena Baires/Diálogo. Edición, Área Periodística Oipol.
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