La Organización Internacional de Policías & Organización Internacional de Justicia (Oipol & Oijust) ha hecho público (en Abril 16 de 2021) el lado oculto de una de las tramas de corrupción vinculada a uno de los socios del narcopoder en Argentina y con raíces en España. Florencio Aldrey Iglesias, con apariencia de “gran empresario”, operó en las “sombras” durantes varias décadas, aliado al expresidente Carlos Saúl Menem, como también al exgobernador de Buenos Aires, embajador argentino en Brasil y hoy Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Osvaldo Scioli (Administración Javier Milei)
Una trama de corrupción que lleva varias décadas totalmente impune y con total libertad de acción, operando desde su base en la Provincia de Buenos Aires (el mayor estado argentino)
Informe Desclasificado
Oipol &Oijust Operación Global | Comunicación Institucional Oipol & Oijust Investigación Criminal, informe original Abril 16 de 2021, actualización Septiembre 14 de 2024 – Buenos Aires Argentina – El denominado «empresario», Florencio Aldrey Iglesias, un individuo que operó sobre políticos, como los expresidentes Carlos Saúl Menem, Néstor Carlos Kirchner, Cristina Fernandez de Kirchner y el actual funcionario de Javier Milei, Daniel Osvaldo Scioli, entre muchos otros, en la actualidad posee un estatus de celebridad en el escenario argentino. Tal es así que la Ordenanza 26.209, del Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Mar del Plata (ciudad del sudeste de la Provincia de Buenos Aires) otorgó el título “Ciudadano Ilustre” a Aldrey Iglesias “por su destacada contribución al desarrollo integral y crecimiento sostenible del Partido General Pueyrredon”.




El “ciudadano ilustre” o «el gallego Iglesias», cómo es llamado por algunos allegados, que hoy con más de 90 años, nacido en Galicia, España y en la actualidad tiene un largo prontuario de operaciones «secretas», amparado por el poder político. Este historial contiene hechos impunes, oscuros y hoy aún nadie de la «Administración de Justicia» de Argentina investigó o, tal vez, se atrevió a someterlo a la acción de esa «administración».
«El gallego», un actor oscuro, que amparó paramilitares en los años de la dictadura argentina, delincuentes con una «máscara» de alta reputación social, como lo fué el fotógrafo de su diario (La Capital de Mar del Plata), Oscar Agustín Alfonso, que integraba, en esos años ochenta, un grupo de paramilitares en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, facción que se dedicaba a secuestrar y robar bienes a sus víctimas. Alfonso, hoy muerto, fue el cabecilla de una banda que accionaba en las «sombras», integrada por militares al margen de la Ley, facción favorecida por el régimen de facto y en ese momento, tenía su centro de reunión en un café de la Calle Rivadavia, en el centro marplatense (Bocina’s).
Don Florencio Iglesias, como un «padrino», encubría personajes como Agustín Alfonso y posibilitaba su libertad de acción para favorecer sus «negocios» y que siempre fueron «patrocinados» por agentes de la corrupción argentina. El «Ilustre», con muchos favores, pudo construir un imperio y le facilitó la posibilidad de manejar un gran poder, haciendo súbditos y esclavos en su larga historia impune.
Por otro lado, el informe dice que: en el único lugar del planeta en el que Florencio Aldrey Iglesias podría ocupar el lugar que ocupa es en la triste aldea urbanamente extendida (MdP). Este individuo pasó a llevar las valijas del retorno por los negociados de las ayudas europeas que se emplearon para dar forma al “Ideal Gallego”, un medio que teóricamente ilustraba los ideales de Galicia y que se imprimía en los talleres del diario La Capital de Mar del Plata. En los 90, era un dato de la realidad que cada mes Aldrey viajaba a España, concretamente a Galicia, portando una valija que a nadie confiaba.




La relación del politico español, Fraga Iribarne, con la mafia gallega está sumamente documentada y hubo pedidos de investigación que fueron sobre otro político español , Mariano Rajoy, el gallego, el heredero de la red de relaciones forjadas desde los años del franquismo, de la que todos ellos han formado parte.
El reporte de investigación hace referencia en otro punto a que: titulaba el Xornal de Galicia: “La Guardia Civil desarticula una organización criminal dedicada al blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico mediante el uso de criptomonedas”, agregando en su desarrollo que “se ha podido demostrar la bancarización de dinero procedente del narcotráfico por valor de 8.369.867 euros en efectivo, mediante el uso de 174 cuentas corrientes abiertas con la única finalidad de crear una gran estructura de blanqueo de capitales”.
Abunda ese artículo, del Xornal de Galicia, que “dentro de las múltiples metodologías de blanqueo detectadas por parte de los investigadores, destacan principalmente el uso de tarjetas de crédito y la compra venta de criptomoneda. Respecto al uso de tarjetas, la parte de la organización criminal, asentada en España, dedicada a la venta de sustancias estupefacientes, aportaba grandes cantidades de dinero en efectivo al grupo de blanqueadores, quienes disponían de la infraestructura para llevar a cabo la denominada “bancarización” de dicho dinero. Este blanqueo de capital se producía mediante el ingreso del dinero, en efectivo, en pequeñas cantidades en diferentes cajeros automáticos de España, para lo que contaban con una amplia red de testaferros.
De manera paralela, miembros de la organización criminal se desplazaban a Colombia con las tarjetas de crédito asociadas a las cuentas corrientes de ingreso, desde donde se realizaban retiradas de efectivo de cajeros automáticos en varias ciudades colombianas, tales como Cali, Bogotá, Medellín y Cúcuta, así como en la ciudad de Panamá”.
Obvio es que nada de lo que ha informado Oipol & Oijust se publica en los medios de prensa, ni en Mar del Plata, ni en Argentina, donde se recibió al premier Rajoy sin que periodista alguno preguntara al respecto, pese a existir versiones más que suficiente y habiendo un pedido de interpelación parlamentaria por estas relaciones entre narcos gallegos y el PP de Galicia. Concretamente, según señala el periodista y escritor Nacho Carretero, autor de “Fariña”, el joven Rajoy era el único que se oponía a la narcopolítica en los 80, y por eso Fraga le dijo: “Mariano, vete a Madrid, aprende gallego, cásate y ten hijos”. Sin embargo, el entonces presidente de España celebró un acto electoral en el Moropa (barco), marco perteneciente a uno de los clanes de narcotraficantes más importantes de España, según la policía. Informaba, en ese entonces, el medio Galicia «El Confidencial» que Rajoy subió a un barco de los narcos en un acto de las elecciones europeas de 2009 y es difícil que no supiera que, al menos desde 2006, la prensa local habla abiertamente de la vinculación de los dueños de ese barco con el tráfico de cocaína.
Lo revelado en este reporte de Inteligencia, sobre lavado de activos que involucra a Aldrey Iglesias, Daniel Scioli y Luis Alberto Peluso, es un capítulo más de estas tramas mafiosas que se cubren de impunidad con la política a ambos lados del Atlántico.
Florencio Aldrey Iglesias, a quien se refieren habitualmente como “Ladrey”, forjó su poder a partir de la compra del Hotel Hermitage, ubicado en la ciudad turística de Mar del Plata, Argentina, allí por inicios de la década del 1970. Con la ayuda de Alberto “Beto” Devoto, director por entonces del Diario La Capital, atrajo a la élite marplatense y a los integrantes de la colonia artística de la ciudad capital argentina, en los años en las temporada de verano dejaba utilidades brutales.
El salto se produjo en 1981 con la caída de la “tablita” de Martínez de Hoz. El peso destrozado, y las deudas en millones de dólares, precipitaron la locura en la economía argentina. Alentado por Devoto, que buscaba que su fuente de trabajo no desapareciera, Iglesias inició charlas con las familias que poseían el control accionario y compró el diario por el valor de las deudas contraídas, haciéndose cargo del pasivo.
En febrero de 1985, un periodista concurrió al hotel Hermitage. Allí, en expectativa de hacer un reportaje a Bernardo Grispun, ministro de economía del presidente Alfonsín, un compañero de ruta le presentó a Aldrey. Él lo felicitó por sus cualidades de “locutor”. El hombre de prensa le aclaró: “no lo soy, gracias. Ejerzo el periodismo”. Entonces, le requirió de manera inmediata: “cuénteme como se quedó con el diario”. Su respuesta le dijo todo lo que necesitaba saber sobre él: “fue fácil”.
Audaz y mendaz, Iglesias, construyó su espacio de poder siempre pivoteando sobre el miedo de los otros. Disciplinó a los novatos políticos del Partido Socialista Popular haciéndoles bulling mediático.
En democracia, la política aceptó las reglas del juego. Esto fue: se rindieron al «extorsionador». Su momento excepcional llegó con el gobierno de Carlos Saúl Menem, cuando le regalaron un bien público, LU6 Radio Atlántica / LU9 Radio Mar del Plata, y apareció como el propietario del 10% del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas. Ese porcentaje cerró el círculo de quién es, en rigor, Florencio Aldrey Iglesias: Ladrey.
Nunca fue él. El poder siempre fue de la mafia gallega, liderada por Manuel Fraga Iribarne, ex ministro de turismo de España y armador de la fortuna del Rey emérito Juan Carlos de Borbón. Antes que Leonardo Fariña, antes de las redes de Panamá y las sociedades off shore, Aldrey fue el valijero de la corona.
El exdiplomático, destacado en Brasil, Daniel Scioli, en la primera biografía no autorizada sobre él, como exgobernador de la Provincia de Buenos Aires y, ahora, funcionario de Milei, que recorre las distintas facetas de su protagonismo. La primera de ellas abordó el “capitalismo de amigos” de Scioli: los negocios con el empresario Aldrey Iglesias y con el terrorista, ex montonero, Mario Montoto. También, con el líder de un gremio hegemónico que representa a los camioneros argentinos, Hugo Moyano. Quién es el dueño de una gran fortuna.
El reporte de Investigación Criminal Oipol & Oijust, indica que el viejo «empresario», «El Gallego» Aldrey, hoy continúa obstentando muchos privilegios y está lejos la «Justicia» de los seres humano, que siempre fue encubridora de este sujeto.


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