BC, SC, Brasil.- Economistas brasileños evaluaron positivamente las medidas económicas anunciadas el martes 24 de mayo por el gobierno federal, con miras a limitar el gasto público en Brasil. Entre las medidas que dio a conocer el ministro de Hacienda Henrique Meirelles está la definición de un techo para la deuda pública y la devolución al Tesoro Nacional de US$ 28 mil millones en activos que le adeuda el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BDNES).
Paulo Roberto Feldmann, profesor de Economía de la Universidad de São Paulo (USP), afirmó que se trata de “un buen paquete, desde el punto de vista del corte de gastos; le da una muy buena disciplina al mercado y hace que el BNDES devuelva fondos al tesoro público. Son cosas buenas, importantes”.
Según Feldmann, las medidas evidencian un cambio en la política económica del gobierno federal con respecto a la gestión de la presidenta apartada Dilma Rousseff. “Si hay algo en que se equivocó [Rousseff], fue en no tratar de una forma debida, adecuada, el gasto público, la cuestión fiscal”.
Subrayó, sin embargo, que el conjunto de cambios está incompleto mientras no se adopten medidas de generación de empleo y aumento de la recaudación tributaria. “Esa era la prioridad básica del país, que no se contempló. La recaudación cayó mucho y tengo curiosidad por saber cómo vamos a resolver ese problema, de donde va a salir el dinero, pues eso no está claro. Ese paquete no lo contempla”, resaltó Roberto Feldmann.
Mauro Rochlin, economista y profesor de MBA de la Fundación Getulio Vargas, destacó la restitución al Tesoro de los US$ 28 mil millones de activos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) como una medida que podrá fomentar la economía e inyectar aire a las arcas del gobierno. Según Rochlin, la medida impactará los subsidios de interés que el Tesoro está obligado a pagar.
“Si ese dinero se destina integralmente a la reducción de la deuda pública, creo que es un paso positivo, pues también apunta a una reducción de gastos que ayudará en la cuenta de interés”, opinó el economista. Abogó además por “reformas fundamentales”, entre las cuales destacó la reforma del sistema de pensiones, que depende del poder legislativo.
Para Rochlin, el problema del sistema de pensiones es que tiende a un crecimiento exponencial de gastos y costos estructurales. “No se trata simplemente de resolver lo coyuntural, con un déficit específico. Se trata de desactivar una bomba demográfica, que es el cambio en la pirámide de edad de la población. Hay una participación cada vez mayor de ancianos [y] una participación cada vez menor de jóvenes en esta composición”, afirmó Mauro Rochlin.
El profesor aclaró sin embargo que aún es demasiado pronto para decir si las medidas tendrán efectos más significativos sobre la economía.



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