El mundo pendiente del juicio en Bruselas del sospechoso del ataque en Francia
Bruselas – Más de dos años después de que unos islamistas matasen a 130 personas en la capital francesa, los parisinos estarán pendientes de nuevas revelaciones sobre la masacre cuando el único sospechoso superviviente comparezca el lunes por primera vez en público desde su arresto en 2016.
Sin embargo, Salah Abdeslam, que va a juicio en su Bruselas natal por un tiroteo que precedió a su captura y los atentados suicidas del Estado Islámico en la capital belga en marzo de 2016, ha mostrado hasta ahora poca disposición de querer hablar.
Mantenido cerca de París bajo vigilancia las 24 horas del día para evitar su suicidio, el hombre de 28 años llegó al Palacio de la Justicia belga en un convoy francés a alrededor de las 8:30 de la mañana (0730 GMT), dijeron responsables.
Abdeslam será trasladado a diario a la capital belga desde una cárcel pegada al otro lado de la frontera con Francia. Se prevé que las sesiones del juicio, con altas medidas de seguridad y enfocado en el caso relacionado con los eventos que se desencadenaron cuatro meses después de los ataques de París en noviembre de 2015, duren toda la semana.
Ya que su juicio francés no está previsto hasta el año que viene, su comparecencia en Bélgica junto con el supuesto cómplice Sofien Ayari, un tunecino de 24 años, supone la primera vez que el belga comparece en público desde su arresto el 18 de marzo de 2016 cerca de la vivienda de su familia en Molenbeek, el empobrecido barrio del oeste de Bruselas.
Ambos hombres se enfrentan a 40 años de prisión por intento de asesinato con vínculos terroristas al disparar contra unos policías belgas y franceses que registraban un supuesto escondite en Forest, un distrito en el sur de Bruselas, el 15 de marzo de 2016.
La acusación dice que Abdeslam y Ayari se escabulleron, dejando atrás a un tercer tirador que mantuvo su posición hasta que fue abatido por tiradores de la policía.
Abogados de Abdeslam, un ciudadano francés hijo de inmigrantes marroquíes y criado en Bruselas, aceptaron que este estuvo en París el viernes 13 de noviembre, cuando unos hombres armados con bombas y armas de fuego mataron a 130 personas en la sala de conciertos de Bataclan, alrededores del estado nacional, bares y restaurantes.
Su hermano mayor, con el cual tenía un bar en Bruselas, estuvo entre los atacantes que se inmolaron durante los atentados. La acusación cree que Abdeslam, acusado de encargarse de la logística de los ataques, incluyendo el traslado de combatientes desde Siria a Europa, habría sufrido el mismo destino si no hubiese sido porque su chaleco de explosivos no hubiese fallado.
Es procedente indicar que la información fue facilitada el día 5 de febrero por Reuters, agencia de noticias.
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