
- La condena de perpetua más 30 años estaba ordenada de antemano. El veredicto de culpabilidad conllevaba una sentencia de perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Además, el juez ordenó el pago de 12.600 millones de dólares de ganancias mal habidas, la suma que ganó “El Chapo” dirigiendo el Cartel de Sinaloa con la distribución de cocaína y otras drogas en Estados Unidos.
Nueva York — Últimas noticias de la audiencia de sentencia del capo del narco mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán (horas locales):
9:20
La esposa del capo del narco mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán arribó el miércoles al tribunal para la audiencia de sentencia de su marido, en Nueva York.
Emma Coronel Aispuro ingresó al tribunal fuertemente custodiado en Brooklyn, donde Guzmán conocerá su condena por dirigir una banda de tráfico de drogas.
Coronel asistió a las sesiones del juicio incluso cuando las declaraciones de testigos se referían a ella.
Guzmán fue declarado culpable en febrero y enfrenta una pena de cadena perpetua sin posibilidad de salir en libertad condicional.
Tendrá la oportunidad de hablar públicamente antes de que el juez federal Brian Cogan pronuncie la sentencia.
Está previsto que cumpla su condena en una prisión de máxima seguridad en Florence, Colorado.
Interrogante
La pregunta era…¿Aceptará en silencio su sentencia el conocido capo mexicano de la droga “El Chapo”?
Para Joaquín Guzmán, era el principal interrogante antes de que el miércoles 17 de julio se conozciera su sentencia en la ciudad de Nueva York. La esperada vista judicial se constituía en su última oportunidad de hablar de forma pública antes de pasar el resto de su vida entre rejas en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos.
Guzmán, de 62 años, fue condenado en febrero por varios delitos de conspiración en un enorme caso de narcotráfico. El veredicto de culpabilidad tras un juicio de 11 semanas conllevaba lo que el gobierno describe como una sentencia muy justificada de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Las pruebas mostraron que el cártel de Sinaloa, a las órdenes de Guzmán, pasó de contrabando a Estados Unidos enormes cantidades de cocaína y otras drogas durante sus 25 años al mando, según indicó la fiscalía en documentos judiciales resumiendo el juicio. Su “ejército de sicarios”, añadieron, tenía órdenes de secuestrar, torturar y asesinar a cualquiera que se interpusiera en su camino.
La defensa alegó que Guzmán era víctima de un montaje de otros traficantes, que se convirtieron en testigos del gobierno para conseguir sentencias más suaves en sus juicios.
Desde su extradición en 2017, “El Chapo” ha estado aislado en su mayor parte del mundo exterior. Conscientes de su historial de fugas de prisiones mexicanas, las autoridades estadounidenses le han mantenido en aislamiento en una cárcel de Manhattan y vigilado de cerca en sus comparecencias en el tribunal de Brooklyn donde se ha instruido su caso.

Los expertos dicían que “El Chapo” probablemente terminará en la prisión “Supermax” del gobierno federal en Florence, Colorado, conocida como la “Alcatraz de las Rocosas”.
A la mayoría de los reclusos de Supermax se les da un televisor, pero su única vista real del mundo exterior es una ventana de 10 centímetros (4 pulgadas). Tienen una interacción mínima con otras personas y tienen todos sus alimentos en sus celdas.
Aunque el juicio estuvo dominado por la figura de Guzmán como un delincuente casi mítico, armado con una pistola con diamantes engarzados y que se mantenía un paso por delante de las autoridades, el jurado no ha oído al propio Guzmán salvo cuando dijo al juez que no declararía.
Sin embargo, las pruebas presentadas durante el proceso apuntan a que su decisión de guardar silencio en el puesto de la defensa va contra su naturaleza: varios testigos dijeron al jurado que le encanta su propia historia de cómo pasó de la pobreza a la riqueza gracias al narcotráfico y siempre estaba interesado en encontrar a un escritor o guionista que la narrara. También hubo reportes de que quería declarar en su defensa hasta que sus abogados le convencieron de lo contrario, de modo que su vista para sentencia es su última oportunidad de ser el centro de atención.

Diga lo que diga, es probable que encaje con la versión de la defensa de que es el chivo expiatorio de otros capos a los que se les dio mejor sobornar a políticos y fuerzas de seguridad mexicanas para que les protegieran mientras el gobierno estadounidense miraba para otro lado.
La fiscalía describe un imperio que financiaba aviones privados, grandes casas en primera línea de playa y un zoo privado. Y las posibilidades de que el gobierno estadounidense pueda cobrar la indemnización de aproximadamente 12.500 millones de dólares son inexistentes.
El abogado defensor Jeffrey Lichtman afirmó que el caso del gobierno era “todo parte de un juicio espectáculo”.
La sentencia
Minutos antes de ser sentenciado a cadena perpetua, Joaquín “El Chapo” Guzmán aprovechó para ofrecer sus últimas palabras al mundo: “Aquí no hubo justicia”.
El narcotraficante mexicano explicó el miércoles 17 de julio a una abarrotada sala de tribunal de la corte federal de Brooklyn que no sólo ha sufrido “tortura” en sus 30 meses de encarcelamiento en Estados Unidos, sino que además el juez que llevó su caso ignoró las acusaciones de mala conducta que, según Guzmán, demostraron varios miembros del jurado durante su juicio.
“Mi caso quedó manchado y usted me negó un juicio justo cuando todo el mundo está viendo”, dijo Guzmán al juez Brian Cogan.
“Estados Unidos no es mejor que cualquier otro país corrupto”, indicó.

Cogan le condenó minutos después a cadena perpetua, un final humillante para un jefe criminal conocido por su capacidad para librarse de todo mal mediante el asesinato, el soborno o un túnel. La sentencia llega cinco meses después de que un jurado le declarara culpable de diez cargos relacionados con narcotráfico.
El capo de 62 años, que era protegido en México por un ejército de sicarios y una compleja red de corrupción, fue extraditado a Estados Unidos para su juicio luego de fugarse dos veces de cárceles mexicanas.
Guzmán lució el miércoles su tradicional bigote después de presentarse totalmente rasurado durante el juicio. Vestido con una camisa de color lila, una corbata azul y una chaqueta gris, buscó con la mirada a su esposa Emma Coronel al entrar a la sala. Al verla sentada entre el público le mandó un beso y se tocó el corazón. Tras los unos 50 minutos de audiencia, se despidió enviándole besos.
Al iniciar su discurso, que leyó, Guzmán dio las gracias a Coronel y a su familia por apoyarle. Denunció que bebe agua “no higiénica” todos los días, que no puede ver luz del sol y que le duele la garganta, los oídos y la cabeza debido al aire contaminado que respira, además de no poder recibir la visita de su esposa a prisión o abrazar a sus hijas pequeñas cuando le visitan a su celda en Manhattan.
“Ha sido una tortura las 24 horas”, indicó.
También acusó al juez Cogan de no investigar exhaustivamente las denuncias de mala conducta de los jurados, a quienes los abogados de Guzmán acusan de admitir que leyeron noticias sobre el juicio mientras éste transcurría, algo que Cogan les pidió que no hicieran. El juez les pidió que basaran su veredicto tan sólo en las pruebas presentadas durante las 11 semanas de juicio y que no leyeran artículos sobre éste para que los reportajes no influyeran en su decisión.
“Usted decidió no hacer nada (tras las denuncias de los abogados)”, dijo Guzmán a Cogan. “Se me quitó la oportunidad de ser juzgado sólo por la evidencia presentada en el juicio”.
Añadió que cuando lo extraditaron a Estados Unidos esperaba tener un juicio justo, pero sucedió exactamente lo contrario.
La condena de perpetua más 30 años estaba ordenada de antemano. El veredicto de culpabilidad conllevaba una sentencia de perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Además, el juez ordenó el pago de 12.600 millones de dólares de ganancias mal habidas, la suma que ganó “El Chapo” dirigiendo el Cartel de Sinaloa con la distribución de cocaína y otras drogas en Estados Unidos.
Los fiscales aseguran que además de traficar al menos un total de 1,2 millones de kilos de cocaína y 222 kilos de heroína a Estados Unidos, Guzmán se dedicó a matar y ordenar la muerte de decenas de personas.

Las fugas de la cárcel de Guzmán le hicieron famoso: en 2001 escapó de una cárcel de México y no fue arrestado sino hasta 2014. Un año después volvió a fugarse de otra prisión a través de un túnel. En 2016 fue capturado en México y extraditado a Estados Unidos en 2017.
Lichtman y el resto de abogados de Guzmán aseguraron durante el juicio que “El Chapo” es el chivo expiatorio de otros capos a los que se les dio mejor sobornar a políticos y fuerzas de seguridad mexicanas para que les protegieran mientras el gobierno estadounidense miraba para otro lado.
Anunciaron que apelarán la sentencia basándose en parte en la supuesta mala conducta del jurado.
“Un resultado justo era un juicio justo. Era todo lo que queríamos”, dijo Jeffrey Lichtman, abogado de Guzmán, a la prensa frente al tribunal. “No fue justicia. No podemos tolerar una situación en la cual los jurados mentían al juez sobre lo que hacían”.
Desde su extradición en 2017, “El Chapo” ha estado generalmente aislado del mundo exterior.
Es procedente indicar que la información fue facilitada por Associated Press (AP). Edición, Área Periodística OIPOL.

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