Venezuela es el paraíso de narcoterrorismo
Desde la década de 1980, los cárteles de droga sueñan con operar en un narcoestado. Desde Pablo Escobar y su sanguinario cártel de Medellín, hasta el cártel de Sinaloa de Joaquín Guzmán, distintos cárteles han buscado formas de controlar por completo a sus gobiernos, dijo el expresidente de Colombia Andrés Pastrana en una entrevista con El Nuevo Herald en octubre de 2018.
Un artículo publicado en diciembre de 2018 por el periódico español El Independiente, dice que “durante las elecciones parlamentarias de 1982 en Colombia, Pablo Escobar logró ser elegido miembro suplente de la Cámara de Representantes. Aprovechó esta posición para obtener apoyo popular y supervisó la construcción de proyectos comunitarios como canchas de fútbol, parques y proyectos de viviendas para las comunidades locales”.
Esta misma sed de poder se repitió a mayor escala en Venezuela. “Lo que [Hugo] Chávez hizo fue crear corredores de droga, que facilitaron la exportación de drogas ilícitas a Europa”, dijo Pastrana. “Chávez también refugió guerrilleros colombianos en Venezuela”, agregó en una entrevista con Mundo en octubre de 2018.
Según un artículo de Voz de América, publicado en marzo de 2020, “esta relación prosperaba a medida que crecía la confianza entre las organizaciones narcotraficantes y el Gobierno de Chávez, a través del cual éste autorizaba el intercambio de armamento militar por cocaína. Luego, cargaban las sustancias ilícitas en aeronaves que partía desde pistas clandestinas en la selva venezolana con destino a los Estados Unidos, mediante escalas técnicas en Honduras y algunas islas del Caribe”.
En otro reporte publicado en marzo de 2020, el diario colombiano El Espectador dijo que Chávez fue “instrumental en el funcionamiento del Cártel de los Soles. No solo creó reductos para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia [FARC]”, sino que “su personalidad carismática y energética llevó esperanza a aquellos venezolanos que, como él, se habían criado en el seno de la clase trabajadora”. Chávez logró infundir un sentido de pertenencia en esas comunidades que “se sentían olvidadas por el sistema, entendió lo que era el poder del pueblo y abusó de su confianza para crear un ‘narcoimperio’ en Venezuela”, agregó el artículo.
En una nota del Washington Post publicada en marzo de 2020 también se menciona que este “imperio” pasó de Chávez a Nicolás Maduro en 2013, tras la muerte de Chávez. Según la acusación del Departamento de Justicia de los EE. UU. realizada el 26 de marzo, Maduro “ayudó a administrar y, en última instancia, a liderar el Cártel de los Soles a medida que ganaba poder en Venezuela […]. Mientras perseguía estos y otros objetivos, Nicolás Maduro Moros negociaba envíos de varias toneladas de cocaína producida por las FARC”.
Para llevar a estos criminales ante la justicia y ayudar a las naciones socias de la región, el Comando
o Sur de los EE. UU. está trabajando actualmente para mejorar las operaciones antidrogas en Latinoamérica y el Caribe.
Es procedente señalar que a información fue facilitada por Andrés Arce / Diálogo ( Revista Militar ). Edición, Área Periodística Oipol.
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