Emma Coronel Aispuro se declara culpable de narcotráfico y lavado de dinero

• La cónyuge del líder del cártel de Sinaloa, “El Chapo”, con doble ciudadanía estadounidense y mexicana, expone su  responsabilidad de varios delitos 

Oipol Operativa en las Américas / Departamentos de Defensa de los Estados Unidos, para publicación inmediata / Edición y traducción Oipol – La esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder de la organización mexicana de narcotráfico conocida como el Cartel de Sinaloa, se declaró culpable ayer de los cargos relacionados con el narcotráfico internacional, lavado de dinero y una violación criminal de la Ley de Designación de Capos Extranjeros de Narcóticos ( la Ley Kingpin). 

Según documentos judiciales, Emma Coronel Aispuro, de 31 años, con doble ciudadanía estadounidense y mexicana, se declaró culpable de un delito de tres cargos acusandola de: 

1) Conspiración para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, un kilogramo o más de heroína. 500 gramos o más de metanfetamina y 1,000 kilogramos o más de marihuana en los EE. UU., México y otros lugares, sabiendo, con la intención y teniendo una causa razonable para creer que tales sustancias serían importadas ilegalmente a los EE. UU.

 2) conspirar con otros para lavar el producto de narcóticos; y 

3) violar las sanciones penales de la Ley Kingpin al participar en transacciones y tratos con la propiedad de su esposo, Guzman Loera, un importante narcotraficante extranjero designado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

Coronel Aispuro está programado para ser sentenciado el 15 de septiembre. Un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia después de considerar las Pautas de Sentencia de EE. UU. Y otros factores estatutarios.

El Secretario de Justicia Auxiliar Interino Nicholas L. McQuaid de la División Criminal del Departamento de Justicia y el Subdirector a Cargo Steven D’Antuono de la Oficina de Campo en Washington del FBI hicieron el anuncio.

Esta investigación está siendo realizada por la Oficina de Campo en Washington del FBI con la ayuda significativa de otras Oficinas de Campo del FBI, la Administración de Control de Drogas y las Investigaciones de Seguridad Nacional.

El subjefe Anthony Nardozzi y la abogada litigante Kate Wagner de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas de la División de lo Penal están procesando el caso.