Informes de Estados Unidos sobre terrorismo


  • Documento 2020, emitido en diciembre de 2021
  • Los informes nacionales sobre terrorismo 2020 se presentan de conformidad con el título 22 del Código de los Estados Unidos, sección 2656f (de la «Ley»), que exige que el Departamento de Estado proporcione al Congreso un informe anual completo, sobre el terrorismo para los países y grupos cumpliendo los criterios de la ley.

Prefacio

Oipol Operando en el mundo | Nota del Departamento de Estado y la Oficina de Contra Terrorismos de los Estados Unidos | Traducción y edición Oipol 3 de enero de 2022 – Durante 2020, Estados Unidos y sus socios lograron importantes avances contra las organizaciones terroristas; sin embargo, la amenaza del terrorismo se ha vuelto más dispersa geográficamente en regiones de todo el mundo. Junto con socios internacionales, Estados Unidos ha respondido a la amenaza en evolución, incluso ampliando la Coalición Global para Derrotar a ISIS, que ahora cuenta con 83 miembros. La Coalición Derrota-ISIS trabajó para consolidar los logros en Irak y Siria, al tiempo que amplió los esfuerzos para contrarrestar la creciente amenaza de ISIS en África Occidental y el Sahel. En marzo, Estados Unidos designó al nuevo líder de ISIS, Amir Muhammad Sa’id Abdal-Rahman al-Mawla, como Terrorista Global Especialmente Designado (SDGT). Las operaciones militares lideradas por Estados Unidos en 2020 resultaron en la muerte de Qassim al-Rimi, el emir de al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) y de altos líderes de esa organizació (AQ) en Siria. Estados Unidos continuó abordando las amenazas planteadas por el terrorismo patrocinado por el estado, sancionando a grupos apoyados por Irán como 

Asa’ib Ahl al-Haq, con sede en Irak y Saraya al-Mukhtar, con sede en Bahréin. Nueve países en todo el hemisferio occidental y Europa tomaron medidas significativas en 2020 para designar, prohibir o restringir de otro modo a Hezbollah, siguiendo el ejemplo de otros cuatro gobiernos que tomaron acciones similares el en 2019. Reflejando la creciente amenaza del extremismo violento por motivos raciales o étnicos (REMVE), el Departamento de Estado también designó a una organización terrorista supremacista blanca por primera vez en 2020, imponiendo sanciones contra el Movimiento Imperial Ruso (RIM) y tres de sus líderes en abril de ese año. 

Estados Unidos continuó abordando las amenazas planteadas por el terrorismo patrocinado por el estado, sancionando a grupos apoyados por Irán como Asa’ib Ahl al-Haq, con sede en Irak, y Saraya al-Mukhtar, con sede en Bahréin. Nueve países en todo el hemisferio occidental y Europa tomaron medidas significativas en 2020 para designar, prohibir o restringir de otro modo a Hezbollah, siguiendo el ejemplo de otros cuatro gobiernos que tomaron acciones similares el año anterior. 

A pesar de los importantes éxitos de la lucha contra el terrorismo, los grupos terroristas siguieron siendo una amenaza persistente y omnipresente en todo el mundo. Aunque ISIS perdió todo el territorio que había tomado en Irak y Siria, la organización y sus células continuaron montando una campaña de terrorismo mundial, llevando a cabo ataques mortales a nivel mundial. Abordando la amenaza en evolución, los afiliados de ISIS fuera de Irak y Siria causaron más muertes durante 2020 que en cualquier año anterior. 

ISIS mantuvo una presencia activa y una insurgencia de bajo nivel en Irak y Siria, con un aumento de los ataques en ambos países durante la primera mitad de 2020. 

En el sur y sudeste de Asia, ISIS radicalizó a las personas, inspirándolas a realizar ataques. 

En África, los grupos afiliados a ISIS aumentaron el volumen y la letalidad de sus ataques en el occidente, el Sahel, la cuenca del lago Chad y el norte de Mozambique. Las muertes atribuibles a ataques vinculadas a ISIS, sólo en África Occidental y ascendieron a casi el doble, de alrededor de 2.700 en 2017 a casi 5.000 en 2020. En Mozambique, se estima que 1.500 muertes se debieron a ataques de ISIS-Mozambique.

En 2020, Estados Unidos y sus socios continuaron luchando contra AQ y sus células en todo el mundo. La organización enfrentó pérdidas significativas de liderazgo con la eliminación de Abdelmalek Droukdel, el emir de al-Qaeda en el Magreb Islámico y el número dos de AQ, Abu Muhammad al-Masri. Sin embargo, las redes de organización AQ continuaron explotando espacios sometidos a control, zonas de conflicto y brechas de seguridad en el Medio Oriente, para adquirir recursos terroristas y llevar a cabo ataques. AQ reforzó aún más su presencia en el extranjero, en particular en Oriente Medio y África, donde las afiliadas de AQ AQAP, al-Shabaab en el Cuerno de África y Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin en el Sahel siguen estando entre los grupos terroristas más activos y peligrosos del mundo. 

En enero de 2020, al-Shabaab atacó una base militar compartida por las fuerzas militares de Estados Unidos y Kenia en Manda Bay, Kenia, matando a un militar estadounidense y dos contratistas de los Estados Unidos. Este incidente marcó el ataque terrorista más mortífero contra las fuerzas militares estadounidenses en África desde 2017.

Irán continuó apoyando actos de terrorismo a nivel regional y mundial durante 2020. A nivel regional, Irán apoyó a representantes y grupos asociados en Bahrein, Irak, Líbano, Siria, como también en Yemen, incluidos Hezbollah y Hamas. 

Los líderes superiores de AQ continuaron residiendo en Irán y facilitando las operaciones terroristas desde allí. A nivel mundial, la Fuerza Qods del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica siguió siendo el principal actor iraní involucrado en el apoyo al reclutamiento, la financiación, como además las conspiraciones de terroristas en Europa, África, Asia y en ambas Américas.

La amenaza REMVE también continuaron expandiéndose rápidamente, incluidos los crecientes actos vínculos transnacionales entre los actores de REMVE en todo el mundo. El Comité de Contraterrorismo del Consejo de Seguridad de la ONU observó un aumento del 320 por ciento en el «terrorismo de extrema derecha», a nivel mundial, en los cinco años anteriores a 2020. Los supremacistas blancos, los antigubernamentales, los teóricos de la conspiración violenta, las personas y grupos de ideas afines atacaron a los enemigos percibidos y llevaron a cabo atentados mortales en todo el mundo. Los actores de REMVE, con sede en Estados Unidos, se han comunicado y han viajado al extranjero para interactuar en persona con actores de REMVE otros países. 

En febrero, un extremista violento por motivos raciales en Hanau, Alemania, disparó contra nueve clientes en dos bares de shisha y luego regresó a casa para dispararle a su madre y finalmente se suicidó, lo que subraya el reciente aumento de la violencia por parte de los actores de REMVE.

La pandemia mundial de COVID-19 complicó el panorama terrorista, creando tanto desafíos como oportunidades para los grupos del terrorismo. Si bien la pandemia interrumpió los viajes, el financiamiento, como además las operaciones de los terroristas, los grupos adaptaron sus enfoques y llamamientos, utilizando Internet para continuar radicalizando a otros individuos a la violencia e inspirando ataques en todo el mundo. ISIS aprovechó la crisis para reforzar las narrativas extremistas violentas, proclamando a sus seguidores que el virus era «la ira de Dios sobre Occidente». 

Al-Shabaab, afiliado de AQ, demostró su capacidad para recaudar y administrar recursos sustanciales. Al-Shabaab también participó en campañas de desinformación para exacerbar las tendencia relacionadas con COVID-19 y socavar la confianza en el Gobierno de Somalia. Los actores de REMVE utilizaron la pandemia, con el fin de incitar a la violencia, abogar por que los seguidores propaguen activamente el virus a miembros de grupos minoritarios religiosos o raciales.

La pandemia planteó riesgos adicionales para algunos socios estadounidenses, que eran menos capaces de concentrarse en los esfuerzos antiterroristas y otros problemas de seguridad nacional, dada la necesidad inmediata de abordar la crisis del COVID-19.

En medio de este panorama de amenazas diverso y dinámico, Estados Unidos desempeñó un papel importante en la organización de los esfuerzos internacionales para contrarrestar el terrorismo global. En 2020, Estados Unidos lideró los esfuerzos del Comité de Sanciones 1267 del Consejo de Seguridad de la ONU para designar afiliados de ISIS en África Occidental, el Gran Sahara, Libia, Yemen, Indonesia y señalar a Muhammad Sa’id Abdal-Rahman al-Mawla, el nuevo líder de ISIS y Noor Wali Mehsud  de cabecilla de Tehrik-e Taliban Pakistán. 

Estados Unidos y Nigeria copatrocinaron la primera reunión de la Coalición Derrota-ISIS para combatir las amenazas de esa facción en África Occidental y el Sahel. En esta reunión, Mauritania anunció su membresía en la Coalición Derrota-ISIS, convirtiéndose en su miembro número 83 y el miembro número 13 del África subsahariana. Adicionalmente, Estados Unidos continuó su compromiso diplomático de alto nivel para contrarrestar a Hezbollah en América Central, América del Sur y Europa. En enero de 2020, Estados Unidos participó en la tercera Conferencia Ministerial de Contraterrorismo del Hemisferio Occidental en Bogotá, Colombia, un proceso de alto nivel lanzado por Estados Unidos en 2018, con el objetivo de enfrentar las amenazas terroristas en la región. Esta ministerial ha sido fundamental para avanzar en los esfuerzos de Estados Unidos contra Hezbollah en cinco países de América del Sur y Centroamérica, que han reconocido al grupo como una organización terrorista unitaria en los últimos años. 

En 2020, Alemania también prohibió a Hezbolá a nivel nacional con muchos otros gobiernos europeos, incluidos Estonia, Letonia, Lituania y Eslovenia. 

Estados Unidos siguió desempeñando un papel importante en la repatriación, rehabilitación, reintegración y enjuiciamiento de los combatientes terroristas extranjeros (FTF) de ISIS y sus familiares. Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) han detenido a unos 2.000 combatientes no sirios y no iraquíes que permanecen en Siria. Además, hay aproximadamente 5.000 combatientes sirios y 2.000 iraquíes bajo custodia de las SDF. 

Decenas de miles de familiares de FTF, principalmente mujeres y niños, permanecen en campamentos de personas desplazadas en Siria. Para garantizar que los terroristas de ISIS y los miembros de la familia capturados por las SDF nunca regresen al campo de batalla. Estados Unidos continuó liderando con el ejemplo, al traer de regreso a los ciudadanos y enjuiciarlos, cuando fuera apropiado. 

Estados Unidos había repatriado 28 individuos, también instó a los países de origen a repatriar, rehabilitar, reintegrar y, en su caso, enjuiciar a los terroristas y familiares asociados a los grupos. El gobierno de los Estados Unidos también ayudó a varios países a hacer lo mismo con sus ciudadanos o nacionales. Además apoyó al Reino Unido en el traslado de Alexandra Amon Kotey y El Shafee Elsheikh, dos de los cuatro extremistas, militantes de ISIS, conocidos como los «Beatles» a Estados Unidos para su enjuiciamiento. Los dos individuos fueron acusados ​​de su participación en un plan de toma de rehenes que causó la muerte de cuatro ciudadanos estadounidenses, así como la muerte de ciudadanos británicos y japoneses, en Siria.

Otra importante línea de esfuerzo fue fortalecer las capacidades de los socios para detectar, interrumpir y desmantelar redes terroristas. Estados Unidos apoyó a los gobiernos en la línea del frente contra las amenazas terroristas en áreas críticas, incluido el intercambio de información, la seguridad de la aviación y las fronteras. La creación de capacidad para hacer cumplir la ley y la lucha contra la financiación del terrorismo. 

Para restringir los viajes de terroristas, Estados Unidos firmó siete acuerdos, ya sea con nuevos países socios o nuevas agencias en otros países, que son ya asociados, bajo la Directiva de Seguridad Nacional / HSPD-6, para compartir información sobre terroristas conocidos y presuntos, lo que eleva el número total de países aliados a 78.

La plataforma de seguridad fronteriza del Sistema de Evaluación y Comparación Segura de Identificación Personal (conocido como PISCES) creció hasta incluir 227 puertos de entrada en 24 países,

Estados Unidos continuó enfatizando a sus aliados, tanto en público como en privado,  la responsabilidad crítica de los gobiernos involucrados en operaciones antiterroristas de garantizar que sus fuerzas de seguridad respeten el derecho internacional humanitario, derechos humanos, responsabilizando a sus fuerzas de seguridad por las violaciones y abusos cometidos contra civiles. durante estas operaciones.

Estados Unidos también se comprometió con organizaciones multilaterales, incluidas las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y Hedayah, para promover las prioridades estadounidenses contra el terrorismo, reforzar la capacidad de los socios con la finalidad de implementar las obligaciones, como también los compromisos internacionales y promover una mayor distribución de la carga entre los socios clave. 

Estados Unidos se asoció con el Reino Unido, el Instituto Internacional de Justicia y Estado de Derecho para lanzar una nueva iniciativa centrada en REMVE, que reunió a más de 40 profesionales / expertos en la materia de 15 países, nueve organizaciones internacionales para compartir las mejores prácticas e identificar medidas concretas para afrontar esta amenaza de forma más eficaz.

Estados Unidos involucró a una serie de socios internacionales, desde gobiernos hasta líderes religiosos locales, como también empresas de tecnología, para prevenir y contrarrestar el extremismo violento, tanto en línea como fuera de línea. 

El Departamento de Estado apoyó iniciativas internacionales, incluida la Red de Ciudades Fuertes, el Fondo de Resiliencia y Compromiso de la Comunidad Global, centrándose en desarrollar la resiliencias locales ante la radicalización terrorista, la desinformación y el reclutamiento. Lo más recientemente es lo desarrollado a través de programas financiados en Bangladesh, Indonesia, Kenia, Somalia, Filipinas, el Sahel y los Balcanes Occidentales. 

Estados Unidos también integró estrategias de contramensajes con socios de partes fundamentales interesadas, incluido el sector tecnológico. Por ejemplo, el Departamento de Estado se comprometió con empresas de tecnología, con sede en territorio estadounidense, en 2020, después de designar a RIM como SDGT. En respuesta, Facebook, Instagram, Twitter, Google y YouTube, que decidieron posteriormente eliminar las cuentas y el contenido de RIM de sus plataformas. Además se intensificaron esfuerzos a través del Foro Global de Internet para la Lucha contra el Terrorismo con el objetivo de apoyar la colaboración voluntaria con empresas de tecnología para disuadir el acceso de terroristas a las plataformas.

Este breve resumen del trabajo en curso de Estados Unidos para proteger al pueblo como también a los aliados, de la amenaza constante del terrorismo, refleja la amplitud y profundidad de los esfuerzos. Los informes nacionales sobre terrorismo 2020 proporcionan una revisión detallada de los éxitos del ese y los desafíos actuales que enfrentan Estados Unidos y sus aliados en todo el mundo, esos desafíos requerirán un compromiso continuo e inversión en los trabajos globales de lucha contra el terrorismo en el futuro.

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