El 14 de mayo el Gobierno colombiano anunció que unidades de las Fuerzas Militares de Colombia, en coordinación con la Policía Nacional y con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación, neutralizaron a cuatro miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), entre ellos a alias Mocho Tierra, comandante del grupo guerrillero terrorista.

“Las autoridades consideraban a alias Mocho Tierra un objetivo de alto valor, que había participado en la planificación y ejecución de atentados terroristas contra la población civil y las Fuerzas Armadas”, manifestó en conferencia de prensa el ministro de Defensa colombiano Carlos Holmes Trujillo, quien también publicó un video de la operación en el área rural Montecristo, del departamento de Bolívar.
Según Trujillo, el bombardeo fue una operación conjunta entre la Fuerza Aérea, las tropas del Ejército y la Policía. Alias Mocho Tierra, cuya identidad real no se ha revelado, lideraba operaciones de narcotráfico y minería ilegal, que generaban ingresos mensuales de aproximadamente USD 1 millón. “Alias Mocho Tierra, fue miembro del ELN durante casi tres décadas y participó en un secuestro de pasajeros de aerolíneas en 1999”, expresó Trujillo.
Fallido cese al fuego
El ELN anunció en marzo un cese al fuego que duraría un mes a partir del 1.º de abril, mientras el país luchaba contra el aumento de casos de coronavirus. El Gobierno del presidente Iván Duque suspendió las conversaciones preliminares sobre un acuerdo de paz, luego de que el grupo terrorista realizara un atentado con coche bomba en enero de 2019, que acabó con la vida de 22 personas y dejó varios heridos en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, en la capital de Colombia, Bogotá, informaron AFP y otras agencias de noticias.
Según Reuters, la agrupación volvió a atacar tras el cese al fuego, al mismo tiempo que el Ejército la responsabilizó por una serie de atentados contra oleoductos. Las estadísticas oficiales del Gobierno colombiano indican que el ELN tendría unos 2000 guerrilleros, que a lo largo de los años participaron en secuestros, reclutaron menores por la fuerza y utilizaron minas antipersonas.
El grupo opera aproximadamente en el 10 por ciento del país, y es mucho más reducido que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, que firmaron un histórico acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en 2016.
Es procedente señalar que a información fue facilitada por Marcos Ommati/Diálogo. Edición, Área Periodística Oipol.
Deja una respuesta