- El líder de la MS-13 sentenciado a cadena perpetua por delitos de extorsión relacionados con cinco asesinatos en Maryland y Virginia
Oipol operando en Estados UNidos | Comunicación del Departamento de Justicia (DoJ), abril 25 de 2022 | Traducción y edición Oipol, abril 26 de 2022 – Un hombre de Maryland fue sentenciado el día 25 de abril de 2022 a cadena perpetua por su conducta en relación con la Mara Salvatrucha, una organización criminal transnacional, también conocida como MS-13.
La MS-13 es una pandilla transnacional compuesta principalmente por inmigrantes o descendientes de El Salvador. Las ramas o “camarillas” de la MS-13, una de las pandillas callejeras más grandes de los Estados Unidos, operan en todo el condado de Frederick, el condado de Anne Arundel, el condado de Prince George y el condado de Montgomery, Maryland.
Según documentos judiciales, Junior Noe Alvarado Requeno, también conocido como “Insolente”, también conocido como “Trankilo”, de 24 años, de Landover, Maryland, fue condenado por múltiples delitos relacionados con el crimen organizado el 23 de noviembre de 2021, después de un juicio de cuatro semanas. Alvarado Requeno fue sentenciado por tres cargos, cada uno de asesinato con ayuda del crimen organizado, conspiración para cometer asesinato con ayuda del crimen organizado, un cargo de conspiración para poseer con la intención de distribuir marihuana y cocaína.
Según la evidencia presentada en el juicio de cuatro semanas, entre 2015 y 2018, Alvarado Requeno y su coacusado, Miguel Ángel Corea Díaz, alias Reaper, de 41 años, de Long Branch, Nueva Jersey, controlaron y operaron los Sailors Locos Salvatruchos Westside (SLSW o marineros) a través de un patrón de actividad ilegal. Esta acción delictiva incluía asesinato, extorsión, tráfico de drogas, lavado de dinero y manipulación de testigos. Corea Díaz fue condenado a cadena perpetua el 1 de abril de 2022.
La evidencia mostró que la pandilla ejecutó un esquema de protección en y alrededor de su base de operaciones en Langley Park, Maryland, extorsionando a las empresas locales, cobrándose “alquiler” por el privilegio de operar en el “territorio” de la MS-13 y por narcotráfico. Una gran parte de las ganancias de las actividades ilegales de la pandilla se envió a los líderes de la banda en El Salvador, con la finalidad de promover aún más los objetivos de la pandilla, utilizando transacciones estructuradas e intermediarios para evitar el escrutinio de las fuerzas del orden.
La camarilla de los Marineros cometió actos de violencia contra presuntos pandilleros rivales, así como contra sus propios miembros por violar las reglas de la pandilla. La evidencia presentada en el juicio mostró que en junio de 2016, Alvarado Requeno ordenó a los miembros de la camarilla de “los marineros» que asesinaran a un presunto rival en el bosque del parque Malcolm King, en Gaithersburg. Atrayéndolo con la promesa de sexo con una socia de la MS-13, los pandilleros emboscaron a la víctima adolescente y lo apuñalaron 153 veces. La víctima no pertenecía a ninguna pandilla.
En marzo de 2017, un miembro de la camarilla de “los marineros”, que se escondía de la policía, en el área de Lynchburg, Virginia, fue atacado por sicarios de Corea Díaz, que organizaron un escuadrón de miembros de la MS-13 para conducir hasta Lynchburg y asesinar al integrante que era un menor de edad. Los pandilleros secuestraron al estudiante de su jardín delantero y le cortaron una mano y luego procedieron a matarlo. Luego Alvarado Requeno y Corea Díaz ayudaron a ocultar y proteger a los asesinos que escaparon de la escena del crimen y de las fuerzas del orden.
Según las pruebas presentadas en el juicio, entre las reglas más importantes de la MS-13 está la prohibición de hablar con las fuerzas del orden, encarnada en la máxima “ver, oir, y callar: ver, oír y no decir nada». La pandilla hizo cumplir esta regla al colocar una “luz verde”, que significa una orden de matar, a cualquier miembro de la MS-13 que pretendiera informar sobre la pandilla. En diciembre de 2016, Alvarado Requeno dirigió y participó en el asesinato de un miembro de la MS-13 de 14 años que era sospechoso de hablar con la policía. Los restos de la víctima fueron descubiertos 18 meses después en un bosque a las afueras de Germantown, Maryland.
El caso fue investigado por el FBI, HSI, las Divisiones de Campo de Washington, la DEA de Buffalo, el Departamento de Policía del Condado de Prince George, el Departamento de Policía del Condado de Montgomery y la Oficina del Sheriff del Condado de Bedford. La Oficina del Fiscal, del Distrito del Condado de Nassau, brindó una valiosa asistencia.
Estuvieron a cargo de la acusación, en el caso, los abogados litigantes Julie Finocchiaro y Alexander Gottfried, pertenecientes a la Sección de Crimen Organizado y Pandillas de la División Criminal, juntos a los Fiscales Federales Auxiliares Timothy Hagan y William Moomau, del Distrito de Maryland.
Se alienta a cualquier persona que tenga información sobre la MS-13 a que brinde sus informaciones a las fuerzas del orden. El FBI, como también las Investigaciones de Seguridad Nacional tienen líneas telefónicas para ello, a nivel nacional, a las que se puede llamar con el fin de informar lo que se sabe. Es posible comunicarse con el FBI al 1-866-STP-MS13 (1-866-787-6713), o se puede llamar a HSI al 1-866-DHS-2-ICE.
Este caso es parte de una investigación del Grupo de Trabajo de Control de Drogas contra el Crimen Organizado (OCDETF).
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